Hola, ¿cómo estás?
Te escribo con mucha necesidad de conectar, conmigo, con los demás, con la vida.
Quiero compartir contigo algunas herramientas que me ayudan a hacerlo. Herramientas que me sirven para vivir en bienestar, para centrarme, para quererme, para calmar la ansiedad cuando viene, para cuidarme y respetarme, para priorizarme, para escucharme y darme lo que necesito, para nutrirme y poder nutrir a los míos como necesitan.
Sobre todo ahora, cuando más necesitamos estar en luz.
Nuestro cerebro está creado para sobrevivir, para que mañana comas, duermas y tengas un lugar donde vivir. Cuando queremos ir más allá de la supervivencia el cerebro no ayuda nada.
Es más, hoy en día se siente amenazado constantemente y eso hace que estemos con el foco en eso que nos preocupa, cosa que nos quita energía para otras cosas que nos podrían hacer sentir mejor.
Desde este estado vivimos una emoción que se llama miedo y este va atado a la ansiedad, que no es otra cosa que miedo a lo que va a pasar pero que no ha pasado aún.
Cuando entramos en modo amenaza nos sentimos pequeños y débiles y al no tener recursos para gestionarlo culpabilizamos de nuestro estado a fuera. La responsabilidad de lo que me pasa no es mía sino de fuera. Esto nos permite seguir donde estamos, ya que queremos creer que lo que nos pasa no depende de nosotros, sino de los demás, de la situación, etc. Y entramos a vivir en la queja y en el victimismo, un estado que nos debilita, nos quita poder y energía. Es una actitud cómoda que hace que no nos movamos y sigamos igual.
Te invito a volver a ti, a elegir cómo quieres vivir, a conectarte y empoderarte para vivir en paz y bienestar siempre. Siempre que tu quieras.
- Desconecta: Apaga pantallas y busca un momento diario para parar, respirar, meditar, relajarte… lo que más sientas. Te aportará paz, bienestar y mucha más concentración y presencia con todo aquello que hagas.
- Agradece: Cuando agradeces la frecuencia de tu corazón y tu cerebro se alinea produciendo armonía y equilibrio. Mientras que cuando estás en la queja la frecuencia está desalineada creando desequilibrio y energía negativa.
- Respira conscientemente: Túmbate y respira conscientemente por la nariz durante el tiempo que quieras, pero si consigues estar media hora sentirás que tu mente entra en calma y deja lugar al sentir.
- Vive el presente: Vive en el aquí y ahora. Todo lo demás es fruto de nuestra mente y no hace otra cosa que quitarnos energía y sacarnos de nuestro centro. El aquí y ahora es lo único real, todo lo demás son viajes que hacemos al pasado y al futuro, viajes que nos hacen vivir fuera de la realidad, a menudo con miedo y ansiedad.
- Suspira: suspirar actúa como reset físico y emocional en nuestro organismo. Relaja, disminuye el estrés, mejora el estado de ánimo, aumenta el bienestar emocional, nos ayuda a tomar conciencia del aquí y el ahora, facilita la concentración, permite tirar hacia afuera la energía negativa que vamos acumulando a lo largo del día.
- Escucha música: la música nos mueve emocionalmente. Elige música que te aporte calma, amor, luz y déjate llevar.
- Contacto con la naturaleza: la naturaleza nos sana, nos nutre, nos libera, nos conecta, nos ayuda a escucharnos, nos carga de energía y nos relaja.
- Contacto con el agua: un baño en el mar frío de invierno para renovar y subir la energía o un baño caliente con sales relajantes para mimar el cuerpo y limpiarlo de energías densas.
- Dosis diaria de sol: el sol nos relaja y nos nutre a nivel físico, mental y espiritual. Yo intento tomarlo a diario de 10 a 15 minutos y se ha convertido en uno de los momentos maravilla del día.
- Muévete: mueve tu cuerpo con lo que más te guste: Corre, nada, pedalea, camina, haz yoga… Los beneficios del movimiento a nivel físico y mental son maravillosos.
- Recuerdos: viajar mentalmente hacia aquellos lugares y momentos que te han dado buenas sensaciones, viajes, paisajes, alegrías, personas.
- Contacto con los demás: nútrete de gente que te sume, que te aporte, que te quiera. Habla con esa persona que quieres y hace tiempo que no hablas. Comparte.
- Pide ayuda: si sientes que no puedes sola, pide ayuda. Recuerda que si tu no te nutres difícilmente podrás nutrir a los demás.
Espero que te resuene.
Te espero al otro lado.
Un fuerte abrazo,
Carlota