¡Hola! ¿Qué tal estás?
Hoy te quiero hablar de lo que nos permitimos, de lo que nos creemos merecedores y de lo que por contra nos negamos y privamos. Porque la vida que tenemos, las relaciones que hemos creado, nuestro trabajo, el lugar donde estamos en este momento tiene mucho (o todo) que ver con esto. Con lo que pensamos de nosotros mismos. Con cómo nos percibimos.
Nuestros pensamientos generan emociones y estas emociones generan una energía y esta energía hace que tomemos unas decisiones y de estas decisiones dependen nuestros resultados. Por lo tanto, nuestros resultados dependen de nuestros pensamientos.
Es decir, la historia que te cuentas marca la vida que vives.
¿Sabías que tomamos más de 35.000 decisiones diarias?
El cerebro está creado para SOBREVIVIR, para que mañana comas, duermas y tengas un techo. Cuando queremos ir más allá de la supervivencia el cerebro no ayuda nada. Hoy día se siente amenazado constantemente y eso hace que estemos con el foco en eso que nos preocupa, cosa que nos quita energía para todas esas otras cosas que nos podrían hacer sentir mejor.
Todo esto que te estoy contando es para que veas que realmente tu y solo tu tienes el poder de cambiar y elegir cómo quieres vivir. Tu eres la única y máxima responsable de tu vida.
Creételo.
¿Pero por qué seguimos preocupándonos y quejándonos en vez de ocuparnos?
La queja nos permite seguir igual, no movernos, obtener atención y seguir sin superar esos miedos que nos resisten al cambio.
Te invito a hacer un ejercicio. Quéjate durante 3 minutos. Escribe una lista de quejas y cuando termine el tiempo paras y dejas de quejarte el resto del día. Observa cómo te sientes en un día sin quejas, sin quejarte a nadie, ni a tu pareja, ni a tu madre, a nadie. Verás que tan presente está la queja en nuestra vida, lo mucho que la usamos para relacionarnos y pedir cosas que van mucho más allá de “esa queja”. Nos pasamos la vida haciendo pedidos desplazados.
La clave para poder cambiar y ocuparte es la CONFIANZA, confiar en ti, en lo que eres capaz de hacer, de vivir y de conseguir. Que te digan misa, tú confía en ti y lo demás vendrá solo.
Pero para confiar en ti, debes conocerte bien, indagar en lo que que quieres, lo que te pone, lo que te mueve de verdad, tu esencia, e ir a por ello, sin miedo, sin peros, con decisión, visión y acción.
¿Te atreves a visualizar aquello que quieres, aquello que mereces y construirte interiormente?
Te invito a hacerlo disfrutando del camino, transformándote hacia aquello que ya eres, comprometiéndote y volviendo a ti.
Y a los tuyos.
Es tiempo de merecerte.
Es tiempo de ocuparte.
Es tiempo de creer en ti.
La vida está para vivir y no para sobrevivir.
Depende de ti.
Te espero al otro lado.
Un fuerte abrazo,
Carlota